Guía para enfrentarte a la voz del pueblo (y tal vez de tu consciencia) y visitar Rio de Janeiro sin subir al Cristo Redentor. Te cuento cómo llegar al Mirante Dona Marta, una gran alternativa gratuita.
Aclaraciones introductorias
Si llegaste a este post buscando alabanzas y mil motivos por los cuales NO PODÉS irte de Rio de Janeiro sin visitar una de sus atracciones más famosas – el Cristo Redentor -, podés abandonar este post en este mismo instante. Caso contrario, te invito a seguir leyendo…
Cuando uno hace viajes un poco más largos, a veces hay que hacer algunos sacrificios para que el dinero dure un poco más y así viajar por más tiempo. En este contexto es que uno puede tener que cambiar algunas de las actividades más famosas, populares y turísticas de un destino, por alternativas que brinden una experiencia similar cuando sea posible, o bien, omitir esas actividades costosas por completo. Ahí te lo cuento sin vueltas.
Una alternativa gratuita al Cristo Redentor
Ante todo voy a ser bien claro: si llegaste a Rio de Janeiro con un presupuesto holgado, sea cual sea el motivo y tenés las ganas y el dinero para pagarlo, hacé tu propia experiencia: subí al Cristo Redentor y, si querés, después contame qué te pareció. Pero si sabés que andás con el presupuesto medio ajustado y realizar esa actividad va a poner en jaque el dinero de parte de tu viaje, no creo que sea indispensable en tu visita a la ciudad.
Lógicamente, lo anterior depende de lo que busques cuando visitás un lugar. Cuando viajo, busco conocer más de la historia y cultura del destino, ya sea escuchando una banda local, asistiendo a algún evento popular, probando las comidas típicas y quedándome en casas de locales, entre otras cosas. No sentí que el Cristo Redentor me iba a brindar alguna de esas experiencias, entonces lo omití. Así de simple. Claro, lo anterior es sólo un resumen: también disfruto de visitar la naturaleza en los destinos que visito y los puntos panorámicos me fascinan. Pero ya te voy a contar por qué omití el Cristo.
¡Cambio juez! Entra «Mirante Dona Marta» y sale «Cristo Redentor»
Antes de llegar a Rio de Janeiro ya sabía que subir al Cristo iba a salir bastante caro y cuando llegué, lo confirmé: Subir sale 56 reales en baja y 68 en alta. Para que te des una idea, «alta» aplica a fines de semana largos y otros feriados, además de vacaciones de invierno, verano, etc. «Baja» sería el resto.
Algunos descuentos aplicables:
- Gratis para menores de 5 años.
- Niños de 5 a 11 años pagan «solamente» BRL 44.
- Residentes brasileños o extranjeros mayores de 60 años pagan BRL 33.
Como ves, ninguno de esos descuentos me servía, como probablemente a vos que estás leyendo tampoco. Entonces me puse a investigar qué alternativas tenía y encontré esta que te marco en rojo en el mapa:
El recuadro en rojo señala el Mirante Dona Marta. Como podés ver, queda muy cerca del Cristo Redentor y lo que no se ve en el mapa es que es un poco más bajo. Para tomar la decisión (o la «herejía» para muchos) de no subir al Cristo, comparé fotos tomadas desde ambos lados y me decidí por este mirador. ¡Gran decisión!
Cómo llegar al Mirante Dona Marta
Ir al mirante lleva algunos pasos, vamos a repasarlos.
Llegar a la Favela Santa Marta
Resulta que el mirante queda justo arriba de la Favela Santa Marta. Sí, ya sé lo que estás pensando… pero mi respuesta es no, taaaaaan loco no estoy: esta de la que te cuento es una favela pacificada, es una de las que la Prefeitura de Rio de Janeiro eligió para sacar a los narcos y asociados (digamos que los «reubicó»). Seguro que quedaron varios dando vueltas, pero es un lugar relativamente tranquilo hoy.
Para acceder a la favela, podés ir al barrio Botafogo (ahí tenés una estación de metro con ese nombre), caminás por la Rua São Clemente hasta el 300 y ahí ya vas a ubicar a un lado y mirando un poco para arriba, la inconfundible favela, con sus casas bien una al ladito de la otra en el morro, con sus colores y toda su onda. Ahí creo que te vas a orientar bien pero, si no es así, preguntá cómo llegar al plano inclinado, que la gente te va a dar una mano, ya que el lugar es frecuentado por turistas; por los más intrépidos, digamos.
Tomar el plano inclinado
El «plano inclinado» es un ascensor que te va a ayudar a subir hasta donde empieza el sendero para llegar al mirante. Si no fuera por ese elevador, tendrías que atravesar toda la favela caminando y, no sólo que sería fácil desorientarte y meterte en algún callejoncito un poco peligroso, sino que además físicamente sería muy cansador.
El elevador es gratuito, tiene 5 estaciones y para ir al sendero tenés que bajarte en la última, teniendo que hacer un transbordo a otro elevador en el camino.
Bonus Track: Conocer el lugar donde Michael Jackson grabó un videoclip
Si te bajás en la 4ta estación podés conocer el lugar donde se grabó el tema «They don’t care about us»:
Nosotros decidimos saltearlo, ya que no era tan temprano cuando llegamos allá y la lluvia nos estaba amenazando constantemente. Ahí hay una estatua conmemoratoria.
Subir por el sendero (o trilha)
Una vez que llegaste hasta la última estación, al bajarte del ascensor podés preguntarle a los locales dónde comienza la trilha. Vas a ver que son súper amables y que van a estar encantados de ayudarte y hasta probablemente curiosos por tu viaje, tu procedencia, etc. Si sos argentino y se los contás, muy probablemente te saquen el tema fútbol. En lo personal, no le doy demasiada importancia al tema (si bien me encanta jugar con amigos), así que no les sigo mucho el juego, pero sé por otros argentinos que si les seguís un poco la charla por ese lado, la conversación se puede poner picante. Yo no te lo recomiendo, pero ahí vos…
El sendero está bien marcado y no da demasiado lugar a dudas. Es bastante empinadito por momentos, pero difícilmente te lleve más de una hora. En el camino no vas a ver mucha «seguridad», pero una vez que llegues hasta arriba, vas a ver que hay algunos policías cuidando el mirante y el estacionamiento.
La vista desde el mirador
La verdad es que Rio de Janeiro tiene un «no sé qué» complicado de describir: su mezcla de mar y montaña, su gente con esa onda tan particular, sus favelas y todo su colorido, su arte en general y su música en particular. Río es único.
Ver la ciudad desde arriba es imperdible. Como te traté de contar a lo largo de todo este post, no me parece imprescindible subir al Cristo Redentor para tener una excelente panorámica y encontré en el Mirante Dona Marta una gran alternativa. Tanto hablar del Cristo, desde el mirador lo podés ver, para que no te quedes con las ganas:
Y creo que con eso, no hay mucho más para contar.
¡Felicitaciones, llegaste al final!
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