A través de nuestra experiencia en la ciudad, en esta entrada te cuento qué hacer en São Paulo. Incluyo varias actividades allí y un par de escapadas fuera de la ciudad también.
Sobre São Paulo
São Paulo es la ciudad más poblada de Brasil, con casi 22 millones de habitantes (según el Censo de 2010). Si bien no es la capital del país, es probablemente la capital financiera o “capital del trabajo”, según muchos brasileños nos comentaron. Quienes desean hacer negocios, conseguir un “mejor” trabajo o un crecimiento profesional optan por São Paulo como la meca en estos asuntos.
Yo sentía que no podía dejar de conocer la ciudad, aquella que vio nacer a mi compañera de aventuras, pero a su vez la sentíamos demasiado grande como para quedarnos mucho tiempo, por lo que decidimos quedarnos sólo una semanita. Lo que te voy a contar hoy son los lugares que visitamos en ese tiempo, ahí vamos…
Museo de Arte de São Paulo (MASP)
Entramos a este museo por una invitación y por eso no habíamos investigado mucho sobre lo que íbamos a encontrar dentro. Para serte sincero, nos sorprendió gratamente.
Lo primero que visitamos al entrar fue la obra de Portinari, un pintor brasileño bastante famoso y polémico cuya obra encontramos muy auténtica: cruda por momentos, impactante y con mucha personalidad. Sin ser un gran entendido del arte, noté en el artista un estilo y un toque único. Me pasó con su obra lo que no me pasa con tantos otros, de notar que tenía un “algo” que me cuesta describir con palabras, pero que hace que no pase desapercibido para mí, que el mensaje es fuerte y que me llegó. Fijate por ejemplo lo cruda que es esta imagen:
¿Impactante, no? Notá los detalles.
Como un poco ya podés hacerte la idea, Portinari retrataba con gran talento al “pueblo”, a la cultura popular de Brasil de su época: lavanderas, trabajadores de las plantaciones de café, garimpeiros (buscadores de oro), músicos, entre otros. Lo que más me llamó la atención es cómo él mostraba su dolor, su esfuerzo y sufrimiento. También a veces los mostraba enormes, desproporcionadamente, como en esta otra pintura:
Pero eso no era todo
Claro, Portinari era sólo uno de los tantos artistas expuestos en el museo. Allá nos encontramos con numerosas pinturas y esculturas, de genios como Picasso, Renoir, Monet, Manet, Bosch, van Dornicke, van Gogh y muchos otros, te dejo una sola de muestra, que me costó bastante elegir (es de Manet):
Parque Ibirapuera
Este es sin dudas el pulmón de la ciudad, el Central Park de São Paulo. Es bien grande y si bien es notablemente artificial, no deja de ser muy bonito, una parada obligatoria y un lugar para ir a respirar un poco de aire fresco, ya sea para caminar un poco, tal vez a correr o dar una vuelta en bici.
El parque es enorme y además de tener una arboleda bien generosa, funciona en su interior un teatro (cuyas actividades desconozco), un memorial japonés y un museo de cultura africana. A este último nos lo recomendaron ampliamente, pero tanto este como el memorial estaban cerrados para cuando nosotros llegamos a visitarlos.
Hotel Unique
Este hotel tiene probablemente una de las mejores vistas nocturnas de la ciudad y, sabés qué, ¡podés entrar gratis! No es que el hotel sea tan alto, sino que está ubicado en un lugar donde no hay muchos edificios de altura y se te abre toda la ciudad en 180°. Imperdible.
Si querés tomar algo ahí, podés ir directo al Sky Bar – en el último piso del hotel –, donde lo único a precio razonable (y hasta ahí) son las bebidas sin alcohol. Las cervezas más baratas arrancan de los 15 reales y si se te diera por comer algo, ni te cuento lo que te vas a gastar. Ah, y si se te antoja tomarte un buen vinito, encontrás etiquetas de hasta casi 4000 reales, vos fijate.
Ahora bien, si lo único que querés es disfrutar la vista, andá en un horario en donde esté un poco llenito y mandate derecho para el fondo para disfrutarlo.
Mercado Municipal
Primero que nada, te cuento que si esperás el clásico mercado popular sudamericano con precios accesibles, este no es tu lugar. Está más cerca de lo que uno asocia a un shopping que de un mercado público: varios restaurantes con una gran oferta de platos y precios bien caritos y es más, los costos de la mayoría de las frutas, verduras y carnes son superiores en casi todos los casos a los del supermercado.
Si bien no es para ir a hacer la compra semanal, turísticamente el Mercado Municipal es interesante: es un edificio relativamente antiguo, con frutas y verduras de todos los colores y culturalmente vale la pena. Eso sí, si no te gustan los grandes amontonamientos de gente, no vayas el fin de semana, porque es la salida clásica de una buena parte de la ciudad.
Liberdade (Barrio Japonés)
Liberdade es conocido como el “barrio japonés”. Te soy sincero (como siempre), no me pareció muy pintoresco. Tal vez depende de lo que yo recorrí, o de que había mucha gente, pero no me llamó demasiado la atención. Ahora bien, adoro la cultura japonesa y eso incluye la comida, así que disfruté muchísimo el restaurante donde almorzamos, en donde había una infinidad de opciones para comer por R67,99 el kilo, con agua y té verde libres.
Escapadas desde São Paulo
São Paulo puede ser una ciudad un poco abrumadora, pero la verdad es que cerca de ahí tenés una infinidad de opciones para escapar de la gran urbe. Yo te voy a contar de las dos que hicimos nosotros: Cotia, donde está el templo budista Zu Lai y Ubatuba, una ciudad playera bien bonita y tranquila.
Templo Budista Chino Zu Lai
Este templo está ubicado en un lugar privilegiado, rodeado de vegetación y con aura de paz y tranquilidad que fue muy bien recibido luego de varios días en una ciudad tan enorme. Es tan hermoso y su arquitectura tan distinta al del resto de la ciudad que de alguna manera se siente un poco fuera de lugar.
En el complejo donde está el templo y al lado de donde saqué la foto que acabás de ver, vas a encontrar un bosque con una lagunita artificial, abundante arboleda, bambúes y, si tenés un poco de suerte, también vas a ver monos tití como este:
En el templo hay actividades permanentemente y muchas de ellas están orientadas a que las personas puedan conocer la filosofía del budismo, para luego poder llevar los aprendizajes a sus propias vidas. Uno de los puntos más interesantes de las veces que me acerqué a templos budistas es que siempre encontré en ellos mucha paz y los noté en todas las oportunidades muy respetuosos con las propias creencias. Sentí en cada visita que ellos pueden compartir su sabiduría y experiencias con tranquilidad y sin juzgar la evolución y el momento espiritual de cada uno. Eso es muy valioso para mí. En otras palabras, podés ir, escucharlos, aprender, preguntar y compartir que nadie va a «intentar convertirte».
En particular, si visitan este u otros templos budistas les recomiendo dejarse llevar por una meditación guiada, donde en general además de transmitirte los fundamentos de la meditación te van a compartir parte de la filosofía budista. En el templo Zu Lai invitan al público a una meditación diariamente a las 15.30, así que tenelo en cuenta dentro de tu visita. En nuestro caso, la actividad concluyó poco después de las 17 y valió la pena.
Ubatuba
Ubatuba es una ciudad de poco más de 75.000 habitantes a unos 200 kms. de la ciudad de São Paulo. Tiene más de 100 playas y gran parte de su territorio está protegido por el Parque Estadual Serra do Mar, mayormente boscoso y montañoso. Si bien es tranquilo gran parte del año, durante los fines de semana largos y en todo el verano recibe una gran cantidad de visitantes tanto de otras partes del Estado de São Paulo, como de otras partes de Brasil.
No fue en nuestro caso técnicamente una escapada de São Paulo, sino que, como queda hacia el norte, fue una escala en lo que seguía de nuestro recorrido. Sin embargo, lo cuento como una escapada de la gran ciudad porque así lo podés encarar vos sin dudas, por la cercanía y facilidad para llegar.
En el centro de Ubatuba vas a encontrar una buena infraestructura turística: hoteles, hostels, posadas y albergues; restaurantes, bares, cafés y heladerías, agencias de turismo, entre otras cosas. Si te alejás un poco de la zona céntrica, vas a encontrar una gran variedad de playas, bosques, mucho morro y distintas cachoeiras (cascadas), por lo que sin duda vas a tener diversas opciones de trekkings y actividades para todos los gustos.
Nosotros recorrimos la ciudad y sus playas más cercanas, la Aldeia de Itamambuca y la Cachoeira de Prurimim. Nos quedamos una semana en Ubatuba, pero como vamos traviajando, no recorrimos tantos lugares como hubiéramos querido. Además, siempre una buena parte del tiempo de estadía en cada lugar lo invertimos en hacer sociales con las personas locales y otros viajeros.
Dónde dormir en Ubatuba
En la ciudad nos quedamos en el Ecotrip Hostel que tiene una excelente ubicación a pocas cuadras de la playa. Ahí fuimos recibidos por Douglas y nos sentimos como en casa: pudimos trabajar muy cómodos, cocinar en una cocina súper equipada, amplia y práctica, teniendo además distintos espacios de distendimiento y trabajo: hamacas, sillones, sillas y mesas varias.
Tal vez esto último suene como una pavada, pero no sabés lo difícil que es encontrar en los hostels distintos espacios para trabajar o para relajarse un rato y que estén disponibles en distintos momentos del día.
Tanto las personas que ayudaban a que el hostel se mantenga limpio y ordenado como los viajeros que estaban de paso como nosotros tuvieron la mejor onda y pasamos una estadía excelente allá. El hostel mantiene una atmósfera más bien tranquila, así que ya después de las 22 se le pide a los visitantes que mantengan todos los volúmenes bajos, lo que garantiza un buen descanso y mantiene la paz del lugar. Ideal para parejas tranquilas como la que conformamos Mariel y yo.
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Esta fue la entrada en donde te conté qué hacer en São Paulo, tanto en la ciudad como en los alrededores. Ya sea porque te quedó alguna duda o si tenés algo para aportar, te invito a usar los comentarios, que están un poco más abajo. Y, como siempre, si te gustó, compartilo 🙂