En el contexto de la Semana de la Economía Colaborativa en Buenos Aires, elegí para participar un taller que consideraba que podría darme nuevas herramientas y/o un nuevo enfoque para esta nueva etapa que estoy comenzando como freelancer (o trabajador por cuenta propia). No me equivoqué al elegir el evento Reinventemos tu carrera, que fue abierto a todo aquel que quisiera participar y 100% gratuito; para los que dicen que hoy en día nada es gratis, como para todo en la vida, hay excepciones. Cespedes Coworking nos prestó el lugar y los organizadores Daniela Barral y Fernando Daguanno nos dieron su tiempo, conocimientos y experiencia; los participantes nos ofrecimos a darles nuestro feedback del taller y a colaborar eventualmente de un futuro evento y/o a difundir nuestra experiencia en este último. Por mi parte, quería aprovechar este espacio (mi blog) para relatar y comentar acerca del taller.

¿Quién soy?

Esta fue la primer pregunta que nos hicieron Fernando y Daniela. La respuesta mis queridos lectores he comprendido en los últimos años que es mucho más difícil de lo que parece: cuando nos hacen esta pregunta, es fácil tender a responder con nuestra carrera o profesión, pero eso no es todo lo que somos. Por ejemplo, yo me gradué como Ingeniero en Sistemas de Información y me desempeñé varios años como consultor, pero eso no es todo lo que soy.

Al plantearnos que nos preguntemos quiénes somos, los organizadores buscan en principio que nos cuestionemos si sólo somos lo que estudiamos o lo que hacemos para empezar a pensar en distintas facetas que tenemos y nos propusieron elegir diez de ellas. Anímense a hacer el ejercicio, es muy interesante lo que pueden encontrarse. Les comparto las mías: Viajero, Freelancer, Ingeniero en Sistemas, Activista en distintas ONGs, Yogui (nada que ver con el oso, me refiero a que soy practicante de yoga), Orador,  Facilitador, Consultor, Escritor, Blogger.

Finalmente, los ordenamos en orden de prioridad (esto explica la siguiente foto) y los compartimos en grupo.

El paso siguiente fue enumerar elementos (características o actividades) que describan cada una de las facetas de nosotros que mencionamos. Ejemplo: para mi yo “Viajero”, elementos asociados son: conocer, explorar, compartir, descubrir, aprender y libertad; para mi yo “Blogger” los elementos son: redes sociales, compartir, escribir. Los repetidos en cada una de las facetas descriptas son los denominadores comunes y son elementos que nuestro trabajo debería incluir.

Ante la pregunta “¿Qué elementos debería incluir mi carrera profesional para que me sienta feliz, útil, eficaz?” se nos propuso hacer un listado de estos elementos que entendemos que nuestra carrera profesional debería incluir, comparándolo con los denominadores comunes de los que hablamos recién, ¿Interesante no?

Zona Óptima Profesional

Dicen que una imagen vale más que mil palabras a veces, así que dejo aquí la explicación en manos del siguiente diagrama:

 

Y proseguimos…

El trabajo de mis sueños

¡Ah! ¿Qué interesante no? Encontrar el trabajo ideal es hoy para muchos como encontrar la piedra filosofal. Pero tal vez sea porque no estamos sabiendo buscar, porque no estamos buscando en el lugar correcto, o porque directamente no sabemos lo que buscamos…

Una visión que nos transmitieron en el taller con la que adhiero dice que el trabajo de nuestros sueños se crea, ya que no lo vamos a encontrar en un portal laboral, no nos va a llegar a nuestra casilla de correo, por teléfono o a nuestro domicilio en un sobre cerrado en una bandeja de plata, sino que se construye día a día porque no llega por los medios tradicionales.

Pero este trabajo ideal no necesariamente implica trabajar de forma independiente, emprendiendo algún proyecto y siendo nuestro propio jefe. Para muchos, puede implicar reubicarse en la empresa donde se encuentran, cambiar de rol y/o tareas o cambiar de trabajo a otro bajo dependencia. Creo que lo importante es que se conozcan poniendo nuevamente sobre la mesa este concepto que a priori parece sencillo pero si profundizan no lo es tanto. Les soy sincero, me he conocido mucho más a mi mismo en los últimos dos años y medio que en todo el resto de mi vida.

Mi humilde consejo, piensen si son felices en sus respectivos trabajos y al menos cuestiónense si es lo que quieren hacer los siguientes años de su vida, si vale la pena esperar indefinidamente ese eventual ascenso, aumento de sueldo, viaje al exterior o lo que tengan en mente o si tal vez sea el momento de dar un giro en sus vidas.

El Business Model Canvas

Quienes estén hace un tiempito en el mundo de los Emprendimientos (o Startups); ya sea como espectadores, porque han leído al respecto, asistido a charlas o cursos o bien han llevado a la práctica todo lo aprendido emprendiendo algo propio, seguro que están familiarizados con el Business Model Canvas. Pero, para quienes no lo están voy a tratar de resumírselos: es un lienzo que permite armar un modelo de negocios de manera simple, gráfica y concisa.

Permite así analizar y diseñar modelos funcionales de organización, siendo estos son sus componentes (visibles en el lienzo como nueve cajas interdependientes):

  1. Key Partners (Socios Clave).
  2. Key Activities (Actividades Clave).
  3. Key Resources (Recursos Clave).
  4. Value Propositions (Propuestas de Valor).
  5. Cost Structure (Estructura de Costos).
  6. Customer Relationships (Relaciones con los clientes).
  7. Channels (Canales).
  8. Customer Segments (Segmentos de Clientes).
  9. Revenue Streams (Flujos de Ganancias).

Este modelo, al aplicarse a ideas, proyectos y emprendimientos permite tener una visión bastante completa de los mismos, siendo más fácil ver nuestros puntos fuertes y débiles según la cantidad y calidad de elementos que podamos identificar en cada una de las cajas que mencioné anteriormente y que se ven en la imagen.

Aplicando el lienzo a nosotros

Tal vez para algunos de ustedes del otro lado sea algo conocido u obvio, pero cuando Daniela y Fernando propusieron aplicar el Business Model Canvas a nosotros mismos para poder conocernos mejor, ver qué podemos y queremos hacer y cómo mejorar, trabajando nuestros puntos fuertes y débiles me pareció una genialidad. El lienzo modificado quedó así:

Me ofrecí como voluntario para que apliquemos esta técnica y pasé al frente. Junto con el resto del grupo, fuimos armando mi lienzo personal y el aporte de cada uno de los demás me hizo ver algunos aspectos de mí mismo y de lo que puedo hacer que no había visto antes, aún cuando llevaban menos de dos horas de conocerme. El potencial de hacer esta actividad y contar con el tiempo para que cada uno pase al frente y que los demás aporten es muy grande, lamentablemente el tiempo no alcanzó en esta ocasión, pero sí lo están haciendo en versiones más largas del taller. La nuestra fue una prueba piloto, a todos nos gustó mucho y nos pareció muy útil. Además, se generó un muy lindo clima de trabajo con todos los participantes.

He aquí una foto grupal (en la foto falta Fernando, que ofició de fotógrafo, pero Daniela está justo en el medio):


Este es un tema muy interesante para debatir, así que me gustaría que me cuenten si les sirvió el artículo, si les gustó y los invito a que refuten cualquiera de los puntos (o todos) para armar de esto una conversación y no un monólogo 🙂

Concluyendo y por si les interesa, en este post les contaba cómo renuncié a mi trabajo para hacer un viaje largo por Sudamérica y a mi vuelta comenzar de vuelta en lo laboral, desempeñándome por mi cuenta, que es la etapa en la que me encuentro ahora. En este momento me encuentro ofreciendo distintas soluciones web con mi socio, según te cuento acá.