La primera vez que apliqué el minimalismo (al menos conscientemente) fue durante mi primer viaje como mochilero al Noroeste Argentino allá por el año 2012. En ese momento compré una mochila de 60 litros y me di cuenta que la capacidad limitada que tenía me obligaba a viajar con bastante poco. Eso sí, más tarde aprendí que de viajar con poco a viajar con lo indispensable hay un largo camino, pero no dejó de ser un gran aprendizaje.
Al tiempo fui conociendo a otros viajeros que viajaban con menos que yo, con mochilas más pequeñas que de alguna manera te obligan a no llevar tantas cosas por si acaso y me planteé hacer lo mismo: achicar el contenedor para obligarme a viajar más liviano. Fue una gran decisión: al pasar de una mochila de 60 a una de 45 litros, lo que eran cerca de 20 kilos pasaron a ser 15 y en este último viaje que empezó el año pasado ya se convirtieron en 12.
Así es que descubrí que viajar más liviano te da libertad. Pero para que puedas entender un poco más acerca de este proceso que a mí me llevó varios años, quiero contarte un poco acerca del minimalismo.
¿Qué es el minimalismo?
Antes de contarte qué es, quiero contarte dónde nació el concepto: el minimalismo surgió en los Estados Unidos en la década del ’60. De alguna manera estuvo inspirado en el movimiento De Stijl y continuó el reduccionismo que éste planteaba. Pero no quiero profundizar mucho más en eso, porque quiero transmitirte conceptualmente qué es el minimalismo y luego contarte cómo aplicarlo a una vida de viaje:
Es una frase corta pero que da para pensar y analizar bastante, ¿no?
De alguna manera, la vida minimalista resurge hoy como una reacción ante el materialismo y los excesos de la sociedad actual y la complicación artificial de la existencia. Porque la realidad es que para ser felices y sentirnos realizados necesitamos mucho menos que lo que nos quieren vender.
Mi transición al minimalismo (o la previa a una vida de viaje)
Hace unos años supe que, al menos por un tiempo, mi anhelo de conocer todo lo que pudiera del mundo era mucho más fuerte que el de tener un hogar fijo. Todo lo material que tuviera que no fuera indispensable para ese fin sería una carga en mi nueva vida.
Así es que hice una lista de todo lo que necesitaba adquirir para llevar una vida itinerante y lo compré en dos viajes distintos, uno en mi viaje a Chile y otro en mi paso por Estados Unidos. ¿Pero cómo es que estoy hablando de minimalismo y te cuento de comprar en vez de vender? Paciencia, ahora te explico 😉
Compré todas las cosas con las que quería contar en mi día a día pero con el dinero que obtuve vendiendo muchas otras que no necesitaría para este estilo de vida. Desde luego, también aproveché la limpieza para tirar una gran cantidad de recuerdos, papeles, folletos y similares que andaban dando vueltas en casa de mis padres.
Entre lo material que vendí, una de las principales fue mi auto. La verdad es que sentí que no me hacía falta en el día a día y, a fin de cuentas, si quisiera contar con un vehículo para moverme durante alguno de mis viajes puedo alquilar uno, ¿no?
Además, gran parte de lo que compré me permitía reducir espacio y peso en mi mochila, ya que reemplacé indumentaria que tenía por otra más compacta y versátil y de secado rápido, que es mucho más práctica cuando uno está en movimiento.
Este proceso de reducir todo lo material me dio mucha felicidad, al poder transformarlo en dinero para comprar equipamiento de viaje o para financiar algunos kilómetros. También pude convertir camisas, jeans y zapatillas deportivas en muy buen estado en sonrisas de personas a las que les hacía falta.
¿Qué llevo en la mochila?
Si bien lo que quiero transmitirte acerca de una vida minimalista va mucho más allá de lo material, creo que no puedo obviar este punto. Mi mochila es hoy mi casa y lo que llevo en ella es todo lo material que tengo conmigo hace ya más de un año. En cada escala en casa de mis padres (mi base de operaciones, digamos) siempre hago algunos cambios, pero la lista se va a seguir manteniendo en menos de 60 objetos.
Esto llevo hoy conmigo:
- Mochila de 45 litros
- Mochila secundaria
- Zapatillas tipo naúticas
- Zapatillas de trekking
- Sandalias de trekking
- Pantalón desmontable
- Bermudas tipo cargo (con muchos bolsillos)
- Ropa interior
- Ropa interior
- Ropa interior
- Medias
- Medias
- Medias
- Medias térmicas
- Short de baño
- Musculosa
- Remera
- Remera
- Remera térmica
- Camisa
- Calza térmica
- Primera piel térmica
- Campera térmica
- Rompevientos
- Capa de lluvia
- Guantes
- Cuello polar
- Toalla de secado rápido
- Cantimplora
- Navaja suiza
- Linterna tipo minero
- Encendedor (no fumo, es para prender las hornallas de las cocinas especialmente)
- Hilo y agujas
- Candado (para los lockers de los hostels)
- Botiquín
- Bolsa de aseo (shampoo, jabón, afeitadora, dentífrico, cepillo de dientes, etc.)
- Sogas (sirven para colgar la ropa, entre otras cosas)
- Laptop
- Cargador de laptop
- Celular
- Auriculares
- Mouse (nunca me gustó demasiado el touchpad de las laptops)
- Cargador de celular
- Cargador portátil
- E-reader
- Adaptador universal de corriente
- Auriculares
- Anteojos
- Anteojos de sol
- Sombrero tipo pescador
- Cámara réflex con lente 18-55 mm
- Lente 55-200 mm
- Cargador de cámara
- Kit de limpieza de cámara
- Colchoneta inflable
- Hamaca (es muy útil para viajar por Sudamérica, pero a Europa seguro que no viaja)
- Bolsa diario de viajes (anotador, lapiceras, tijera y adhesivo)
¿Cambiarías algo de esa lista o sentís que falta algo? ¿Qué opinás del minimalismo? ¡Me gustaría leerte en los comentarios!
“Este es un post patrocinado, esto significa que hemos recibido un producto, servicio o compensación económica por mencionar la marca en este artículo. Sin embargo, las opiniones en el mismo son independientes y están basadas en nuestra percepción real sobre el servicio”.
Esto fue «Qué es el minimalismo y por qué es ideal para una vida de viaje», mi primer artículo sobre vida minimalista en el blog. La próxima entrega de esta temática será de lifestyle design (diseño de un estilo de vida), en el que te voy a contar cómo fue que diseñé el estilo de vida que llevo actualmente ante la disconformidad con el status quo, con el lunes a viernes de 9 a 18 y las dos semanas de vacaciones al año.
Este post me pareció que podía agregarte valor ya sea que anheles o no trabajar en línea mientras viajás por el mundo. Pero si estás pensando en hacerlo suscribite a la lista de futuros nómadas digitales acá. No es la misma lista que la del blog 😉
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Cada vez nos vamos inclinando más hacia el minimalismo viajero. Pronto nos tocará volver a armar la mochila para un viaje largo, y seguimos en el debate de si debemos llevar o no la carpa, sleeping bags y los aislantes. Ya lo vamos a conversar bien con ustedes chicos jaja.
Lo único que no podría dejar son los libros (y no los cambiaría por un E-reader jaja).
Buen post! =)
El minimalismo es casi una evolución natural en cuanto uno va viajando cada vez más y por más tiempo. Los cuestionamientos de qué llevar y qué no están siempre. Desde luego que será parte de las charlas que tengamos allá por Guayaquil chicos. Lo de los libros no fue fácil porque yo también soy un ávido lector y amo los libros en papel, pero el e-reader es demasiado práctico, es cuestión de acostumbrarse. Van a ver que cuando esté por allá se los «vendo», jeje.
Un abrazo y gracias por la visita y el comentario!
Hasta pronto!
Cada vez llevo menos en mis viajes,aunque viajo a climas mas frios.Uso mochila de 50l que no lleno.Mis ultimos viajes(45 y 30 dias-invierno europeo)mi mochila rozaba los 8 kg.La ropa técnica redujo drásticamente el peso de mi mochila.Fue la mejor inversión.Solo llevo 2 pares de calzado-uno puesto.No mas ropa de la que usaria en una semana,sin importar el tiempo de viaje.Trato de llevar menos cada vez.Viajar livianos te da una libertad única.Y te ahorra un montón.No llevo la laptop,solo una tablet,me es suficiente.Y la cámara con un par de lentes,creo que eso es lo que mas pesa.
Excelente Marce 50 lts de mochila con 8 kgs! Sobre todo para un invierno europeo! La ropa técnica como bien decís es clave! Cuando viajaba pero no trabajando en línea también me arreglaba con una tablet. Evidentemente ahora la laptop se me hace indispensable. Estoy viendo qué hacer con la reflex y su lente y todo lo demás. Tal vez la reemplace por una más compacta, ya veremos.
Saludos y gracias por la visita!
Yo llevaría una cámara más compacta que saque buenas fotos sin llegar a ser una reflex, evitando lentes, kit de limpieza, etc.
Trataría de no acarrear una laptop ni un e-reader ni sus correspondientes cargadores y manejarme con un buen smartphone para leer, redactar, tomar notas, conectarme a la web, también se puede usar como lupa, linterna, radio, etc. y respaldaría fotos en tarjetas de memoria; y cuando llego a donde haga base entonces si tratar de conseguir un equipo donde procesar lo que haga falta.
Agregaría algunas pequeñas herramientas como pinza de depilar (para sacar espinas, manipular uñas rebeldes, agarrar piezas diminutas), alicate para uñas (se puede usar también para algún arreglo), una lima metálica triangular (uñas y arreglos varios), una lupa (además de su uso especifico también sirve encender fuego) y algún destornillador de relojero. Todo de tamaño pequeño y buena calidad, que quepa en una cajita.
Un chaleco de fotógrafo o de pescador lleno de bolsillos también esta bueno para tener a mano casi lo que se te ocurra (dinero, pañuelo, documentos, tarjetas, pasajes, anteojos, caramelos, medicamentos, cámara, teléfono, linterna, llaves, cables, baterías, cargador, cremas y hasta botellas de agua he llevado).
Por último cambiaría el cuello polar por un buff que es mas ligero y versátil ocupando menos volumen y de rápido secado.
Bueno, son solo opiniones, no hay porque estar de acuerdo, saludos.
Hola Darío! Gracias por tu visita y tu comentario! Valoro que te hayas tomado el tiempo de explayarte en esos puntos. Te cuento un poco en lo personal en cuanto a tus sugerencias:
Lo de la réflex sabes que lo vengo considerando: reemplazarla por una mirrorless por ejemplo y sacarme de encima peso y volumen, creeme que lo estoy pensando.
En cuanto a la laptop, no es una opción para mí llevarla o no, ya que trabajo mientras viajo y es mi herramienta principal de trabajo. Por otra parte, leer en un smartphone puede servir para algún artículo, blog o similares, pero para lo que es literatura propiamente, es inviable. El ereader pesa muy poco, ocupa un volumen bien pequeño y no tiene cargador especial, sino que carga con el mismo cable USB que uso para el celular.
El cuello que tengo yo es bastante compacto, pero no sé lo que es un buff, así que no puedo comparar. Lo voy a investigar.
Gracias por tu aporte Diego, suma desde luego y cada uno toma lo que considera.
Saludos!
Creo que el eauipaje varía de acuerdo al tipo de viaje que se haga, por ejemplo si se va solo a conocer lugares naturales, sierra, mar, campo etc. o se va a ciudades con intencioes de salir a comer, un teatro, etc. Yo hago viajes cortos de 15 o 20 días y si no es muy lejos trato de ir en auto o si no hacerlo por etapas. Esto me permite explayarme en las cosas a llevar. Igual siempre fue un tema porque llevo mucho más de lo que necesito en ropa (por si ….) y menos en cosas prácticas. Así que tanto el artículo como los comentarios me son súper útiles
Hola Miriam,
En efecto, el equipaje cambia de acuerdo al viaje. Por eso comentaba que cuando vaya a Europa el año que viene, el equipaje será otro. Cada uno toma de esa lista lo que considera y lo adapta para sus propios viajes. Cada viaje y cada viajero son únicos, ¿no? Los viajes en auto tienen otra dinámica muy diferente y no me considero el más idóneo para dar recomendaciones al respecto, ya que generalmente voy viajando en autos ajenos, jeje.
Me alegro de que te haya sido útil!
Saludos!