En este post les voy a contar cómo comienza mi experiencia como viajero y voluntario del proyecto Reevo, en el que colaboré como activista durante mi último viaje.
Dándole forma a mi primer viaje largo
Cuando planeaba mi primer viaje largo, que finalmente fue de tres meses, visitando Argentina, Bolivia y Perú, estaba pensando en realidad en algo bastante más extenso, que incluiría todos los lugares que pudiera y quisiera visitar por Sudamérica y Centroamérica, llegando hasta México. Un viaje de estas características llevaría por lo menos un año y, si bien me muevo gastando muy poco dinero, hacerlo sin trabajar en el camino haría que terminara estando lejos de mi alcance.
Pero no quería trabajar por un sueldo, sino dar una mano como voluntario, sin pedir nada a cambio, conformarme solamente con tener techo y comida y el resto que fluya. Buscando en internet y consultando a otros viajeros encontré muchas propuestas y la mayoría de ellas, irónicamente pagas. Sí, muchas organizaciones y/o empresas habían hecho del voluntariado un negocio, una pena realmente. Aún así había muchos lugares en los cuales ayudar, que no necesariamente buscarían sacar rédito de los voluntarios y se podría aprender mucho en la experiencia. De cualquier manera, la idea me hacía ruido y empecé a pensar en otra opción.
El tema educación entra en mi radar
Leyendo, mirando videos TED (sobre educación les recomiendo este en especial) y presenciando algunas charlas en distintos eventos a los que asistí, entre otras actividades; me dio curiosidad nuevamente el tema de la educación, ya que, no por casualidad, fui Profesor de Informática por cuatro años antes de empezar a desempeñarme en trabajos más relacionados con mi profesión, la Ingeniería en Sistemas.
Descubro La Educación Prohibida
El camino de descubrimiento que les contaba, me lleva finalmente al documental “La Educación Prohibida”, el cual me resultó muy inspirador, movilizante.
Resumidamente, puedo contarles que en el mismo, se hace un análisis crítico del sistema educativo tradicional, comenzando por sus orígenes, comparándolo con su situación actual, no tan distinta de la que estaba presente en su creación hace cientos de años. Se hace este análisis dando un marco teórico desde la visión de las personas responsables del documental, con actuaciones y animaciones, pero aportando además la visión de distintos profesionales relacionados directa o indirectamente con la educación o sus principios. Durante el documental, se muestran alternativas a las ya conocidas por todos nosotros y se las enmarca como iniciativas de educación alternativa, las cuales hacen foco durante el proceso de aprendizaje en la naturaleza, el amor, el respeto y la libertad del niño, solo por mencionar algunos. Lo que les menciono me pareció muy interesante como para profundizar en eso y sentí que de hacerlo, podría aprender mucho en el proceso. Y no me equivoqué.
Descubro Reevo
Me considero curioso, inquieto y muy activo y quedarme con lo visto en el documental me parecía que sería poco. Entonces, empiezo a ver formas de integrar el tema de la educación alternativa en mi viaje.
Se me ocurre visitar distintas iniciativas de estas formas de educación en mi viaje y contar acerca de las mismas en mi blog, difundiéndolas y permitiendo así que otras personas puedan conocerlas, ya que en este camino me di cuenta que muchas personas desconocen la existencia de alternativas a la educación tradicional. Cuando le cuento esta idea a un amigo, Gonzalo, me cuenta que ya hay una organización que está trabajando en hacer un mapeo colectivo a nivel mundial de iniciativas de educación alternativa, que incluye además una base de conocimientos colaborativa y que estaban buscando voluntarios para que cada vez sean más los proyectos mapeados.
Este proyecto ha salido a la luz bajo el nombre de reevo y está conformado por varios de los creadores y colaboradores detrás de “La Educación Prohibida”. Como es a través de este documental que se despierta mi interés por el tema, me parecía oportuno contactarlos y ver si podía ayudar desde mi lugar y a través de mi viaje. Me responden rápidamente y me dicen que lo que quería hacer encaja perfectamente en lo que ellos denominaron “Activistas Reevo”, personas dispuestas a trabajar como voluntarios, visitando iniciativas de educación alternativa y compartiendo luego su experiencia, lo aprendido. Me invitan entonces a una reunión que iba a tener lugar días después (¿Casualidad no?) y allí me hacen sentir parte del proyecto, conozco a otros voluntarios y aprendo mucho, llevándome ya una misión concreta para mi viaje. Mariel, mi novia y compañera de viaje se muestra muy interesada y pasa a formar parte del proyecto también.
Así fue que a través de Reevo visité durante mi último viaje a cuatro escuelas de educación alternativa, acompañándome Mariel en la primera de las visitas. En cada lugar me recibieron con las puertas abiertas, me mostraron las instalaciones, hablé con varios de los facilitadores (se cambia el enfoque de profesor o maestro por el de guía, que les facilita a los estudiantes el acceso a la información y el acompañamiento en su aprendizaje), con las directoras, padres y estudiantes. Cada una de ellas ha sido para mí una experiencia muy valiosa y voy a ir compartiéndolas con ustedes a través de distintas entradas en mi blog porque siento que todos tenemos mucho que aprender de estas iniciativas y de sus protagonistas. Los principales son los niños.