En este post les voy a contar acerca de nuestra primera experiencia visitando una escuela de educación alternativa como activistas/voluntarios del proyecto reevo. En esta ocasión, el 20 de Febrero de 2014 visitamos el Centro de Educación Permanente JAihuayco (CEPJA) en la ciudad de Cochabamba, Bolivia.
La previa a la visita
Estábamos con mi novia quedándonos con Rodrigo y familia a través de la red CouchSurfing, que tantas alegrías nos ha dado y tantas veces he mencionado aquí en el blog. Nos han hecho sentir como en casa, nos llevaron a todos lados y se desvivieron por que probáramos todo aquello que fuera característico de la gastronomía boliviana. Todo lo que pueda decir en forma de agradecimiento para con ellos es poco, son grandes personas y muy generosos. Aquí una foto con ellos de la noche en que les retribuimos sólo un poco de todo lo que nos brindaron con unas pizzas caseras que amasé con las mismas manitos con que estoy escribiendo este post:
Volviendo a la visita, al día anterior teníamos un listado de escuelas alternativas para contactar y arreglar un día y horario para acercarnos. Una de éstas tenía un sitio web al que entramos y llamó nuestra atención. Acto seguido, llamamos por teléfono y al contarles del proyecto Reevo y de nuestra participación en éste como voluntarios, no solo nos dijeron que nos recibirían al día siguiente, sino que además nos preguntaron si nos animaríamos a ser entrevistados en la radio del centro (¡sí, en el CEPJA tienen su propia radio!) y se imaginarán nuestra respuesta. Por si esto fuera poco, Lorena, nuestra co-anfitriona en Cochabamba y hermana de Rodrigo, se mostró muy interesada y se sumó a la visita, madrugando con nosotros y alcanzándonos en su auto.
Conociendo el Centro de Educación Permanente Jaihuayco (CEPJA)
Esta visita conformó nuestra primera experiencia visitando una escuela de educación alternativa y fue excelente: pudimos conocer el CEPJA, reconocido por el gobierno boliviano como una propuesta educativa no-escolarizada que cubre áreas que la educación formal no cubre a través de cuatro estrategias: Educación, Comunicación, Participación Social e Incidencia Política y Fortalecimiento Institucional.
Su metodología es lúdica, vivencial y participativa, ya que entienden que el aprendizaje se realiza a través del juego y de la experimentación con una activa participación de los niños. Así, en el centro aseguran complementar la educación formal en aspectos como la lecto-comprensión, los valores, el razonamiento lógico-matemático y el acceso a la tecnología. Además, el aprendizaje no se limita al espacio delimitado por las paredes de la institución, sino que salen al exterior (mayormente a plazas y parques) y tienen actividades al aire libre. Una de las más frecuentes consiste en ir a una plaza y asistir al placero en sus labores, buscando en los niños la concientización en la importancia del cuidado de esos espacios. Desde luego, también aprovechan las plazas y parques para dibujar, jugar o escribir, entre otras cosas.
En el centro se realizan diversos proyectos relacionados con temas que rara vez son tratados en las escuelas tradicionales como aquellos que involucran la interculturalidad, los derechos humanos y de género y el medio ambiente. Pero su trabajo no se limita a los estudiantes, sino que se extiende a las familias y a la comunidad en general a través de diversas iniciativas como las siguientes:
- Talleres de razonamiento lógico y expresión verbal.
- Apoyo escolar.
- Talleres de computación para niños y jóvenes.
- Cursos de actualización para profesores.
- Talleres de quechua.
- Espacio de Formación Familiar Comunitaria dirigido a padres de familia y tutores.
- Orientación y apoyo psicológico.
Por otra parte, el centro cuenta con una biblioteca que se encuentra abierta a las unidades educativas y a otros colegios y ofrece un gran surtido de libros, revistas, periódicos, videos, internet y juegos didácticos para el uso en salas. Se realizan además desde ese espacio talleres de lectura para niños y jóvenes y un cine foro.
El centro cuenta además con una sala destinada a talleres con capacidad para 30 personas y una sala de reuniones que aloja hasta 200 personas, ambos a disposición de la comunidad. En esta última se realizan actividades como foros, conferencias, reuniones y debates.
Facilitador, no profesor
En las escuelas tradicionales tenemos la figura del profesor como aquel que enseña, que todo lo sabe sobre una materia y que nada puede aprender de los estudiantes, sino que son estos últimos los que son muchas veces forzados a adoptar una actitud pasiva ante el aprendizaje que el docente les imparte.
En cambio, un poco como les conté aquí, en gran parte de las escuelas de educación alternativa (me arriesgaría a decir que en la mayoría) se reemplaza la figura del profesor por la del facilitador, un guía en el proceso de aprendizaje de los estudiantes, que facilita el acceso de éstos a la información, fomentando su participación activa, dándoles el espacio y las oportunidades para que sean ellos los que tomen las riendas. Así, el facilitador toma una postura de humildad, de apertura en la que él también puede aprender de los estudiantes. La educación pasa a ser una relación bidireccional.
Como les contaba anteriormente, el CEPJA hace foco en “aprender jugando“, como vemos en el letrero en la siguiente foto (también vemos esa frase en quechua: “pacha wawakuna“):
Un complemento a la educación formal
El CEPJA es extra-curricular y es un complemento (no un suplemento) de la educación formal, así que imagínense cuanto disfrutan los chicos ese espacio y cuanto lo valoran sus padres para que la carga horaria sea prácticamente igual a la de las escuelas, asistiendo a éstas a la mañana y al centro a la tarde y viceversa.
Allí brindan además una educación inclusiva, integrando en las salas a niños con capacidades diferentes (mal llamados “discapacitados”). La cuota es muy accesible, ya que una parte la aporta el estado y a los padres les cuesta sólo un aporte simbólico de 25 bolivianos (algo así como 3 dólares) que es además no excluyente, luego a aquellos que no pueden cubrirlo, se los ayuda para que los niños no tengan que privarse por motivos económicos de este espacio.
Se fomenta mucho la lectura en los estudiantes, tanto que es una actividad que realizan en sus ratos libres y tienen en el CEPJA un espacio donde compartir y debatir lo leído ante sus compañeros y el facilitador. Y otra cosa: no leen lo que se les indica, sino lo que ellos mismos eligen el material que les interesa, para lo que pueden proponer el tema o se los orienta a que puedan encontrar algo que les interese, lo importante es incentivarlos para que lean.
Como un joven de los sistemas de información que soy, no podía dejar de poner mi ojo en el área de informática y aquí quedé gratamente sorprendido: los chicos tienen computación desde los 4 años y encontramos aquí también la coherencia con las otras áreas educativas, ya que el foco es que aprendan jugando. Los más pequeños usan software libre en entorno Windows y los más grandes aprenden a manejar dicho ambiente de trabajo, además de Microsoft Office y otros aplicativos. Eso sí, al consultarle al coordinador del área acerca de por qué no contaban con sistemas operativos de código abierto, me comentaba que no pudo inculcárselo a los mayores, así que por ahora no está previsto tampoco aplicarlo para los más jóvenes, que seguro tendrán mejor predisposición y una menor resistencia al cambio. Esta última conclusión es personal.
Se preguntarán cómo son las aulas. Bien, por empezar, las llaman salas y no están divididas de la manera en que la mayoría de nosotros conocemos, sino que se hacen grupos más heterogéneos que comparten su momento evolutivo:
- Grupo Munai (en quechua “querer”): Es un grupo de 4 y 5 años en que se pone el foco en la formación integral de los niños en su parte cognitiva y valores, se hace una estimulación temprana. Aquí lo importante es desarrollar su parte afectiva/emocional.
- Grupo Yachay (en quechua “saber”): Está compuesto por niños y niñas de 5 a 7 años en donde se empieza a hacer foco en la incorporación de conocimientos.
- Grupo Ruhay (en quechua “hacer”): Este grupo alcanza hasta adolescentes de 16 años y se enfoca en aprender+producir. Aquí se fomenta más aún el sentarse en círculos, fomentando un aprendizaje recíproco y se profundizan las salidas del establecimiento.
- Grupo Atiy (en quechua “poder”): Son los mayores y se busca que sean jóvenes que puedan incidir positivamente en sus comunidades, a través de la gestión y el liderazgo.
La entrevista radial y cierre de la visita
La visita al CEPJA concluyó con la ya mencionada entrevista radial. Allí contamos un poco de nuestro viaje y nuestra participación en el mismo como activistas del proyecto reevo (participación que comenzó formalmente con la visita a este centro) y del documental “La Educación Prohibida“. Nos encontramos con mucho profesionalismo y seriedad y dimos cierre al programa radial de la mañana, ya en horas del mediodía. También con esa breve salida al aire de unos 15 minutos dimos por concluida nuestra primera visita, en la que aprendimos mucho y fuimos muy bien recibidos.
Atención mis queridos lectores que este es el relato de la primera de cuatro visitas reevo a escuelas de educación alternativa que pudimos hacer como parte de este viaje de 94 días por Argentina, Bolivia y Perú. Eso sí, Mariel tuvo que volverse a Argentina por motivos académicos unos pocos días después de conocer el CEPJA, así que en las tres siguientes visitas no pude contar con su compañía.
Para los interesados en el tema educación, les dejo un link a la Ley de Educación Avelino Siñani – Elizardo Pérez del Estado Plurinacional de Bolivia.
Muy buena información sobre tu visita a la escuela, Mariano; le voy a pasar el link a una amiga profesora de secundario que seguramente le va a interesar. Muy interesantes tus comentarios!!! Cariños.
Muchas gracias por leer y por tu comentario Norma. Me alegro mucho de que te haya gustado y claro que la difusión se agradece. Pronto va a estar en el blog de Reevo. Saludos!
Hola Mariano, muy enriquecedora tu descripción. creo que estaría bueno socializarlo entre docentes y en el ámbito educativo para empezar a hacer buenos cambios en nuestra educación que apunte a una sincera calidad educativa. Hay mucho que destacar de esta descripción, pero yo hago hincapié en la cantidad de alumnos por grupo estudiantil, el maestro facilitador y la transversalidad de la informática en todas las áreas educativas. Gracias por tu aporte. Abrazo. Noemí
Hola Noemí! Gracias por tu comentario!
Es un material que está 100% disponible para compartir, reflexionar y debatir al respecto. Creo además que hay mucho que aprender de estas iniciativas. El equipo de trabajo de Reevo del cual he formado parte como activista es un espacio abierto para todo aquel a quien quiera acercarse y son personas muy accesibles y con mucho para enseñar pero también con muchas ganas de aprender. Invito a todos a quienes les interese a visitar su sitio y no duden en usarme como nexo para acercarse a ellos, si bien es fácil ponerse en contacto: https://reevo.org/.