Esta entrada es una nueva reflexión acerca de la búsqueda personal que vengo llevando a cabo hace algunos años, que comenzó antes de mi primer Gran Viaje, que se profundizó luego del mismo y que, tras haber vuelto de dicha travesía, aún continúa. Decidí llamar a este proceso buscando el equilibrio y lo analizaré en tres etapas: Antes, Durante y Después; siempre poniendo como eje ese viaje que ya a todos los que llegaron hasta aquí les es familiar.
Antes
Sin lugar a dudas, este primer viaje largo por Argentina, Bolivia y Perú fue una de las experiencias más enriquecedoras de mi vida. Antes de hacerlo realidad, pasé por muchas etapas, me cuestioné muchas cosas acerca de mí y de quienes me rodean, de cómo me relaciono con mi entorno, qué es lo que quiero, qué es lo que busco y surgieron muchos por qué en este cuestionamiento. Pero todo comenzó al preguntarme ¿y qué tal si dejo todo y me voy de viaje un tiempo? y parte de lo reflexionado quedó reflejado en ese post que pueden visitar.
Poco tiempo después de hacerme esa pregunta decidí que quería hacerlo, que quería tener la experiencia de desconectarme de la rutina, de los compromisos, las obligaciones, de mis amigos, de mi ciudad, de mi familia y de todo lo material que conformaba mi zona de confort. Fueron muy importantes para tomar esta decisión los testimonios de amigos y conocidos, de compañeros de ruta… así como también lo fueron los distintos blogs y libros leídos, películas y documentales vistos y tantos otros etcéteras.
Así que luego di el paso: renuncié a mi trabajo a fines de octubre del 2013 para empezar a planificar y luego concretar mi primer Gran Viaje, como contaba aquí. Ese post salió muy de adentro y se ve que llegó a mucha gente: tuvo mucho vuelo y me encantó recibir testimonios de muchos de ustedes que se vieron identificados por lo que contaba allí e inclusive recibí comentarios de personas que, luego de leerlo, decidieron también dar ese paso: el de renunciar a ese trabajo que no los hacía felices para hacer realidad su sueño.
Justo antes de comenzar la tan anhelada aventura, escribía esto.
Durante
Nuestro viaje comenzó el 2 de Enero de 2014: lo comenzamos juntos con Mariel y me tocó terminarlo solo, como ya muchas veces comenté, especialmente en este espacio. Ella debió comenzar su retorno a mediados de Febrero de 2014, para retomar sus estudios; los míos habían finalizado a mediados del año 2012, así que acordamos que mi viaje continuaría hasta fines de marzo, llegando hasta alguna parte de Perú (Centro o Norte, difícil más lejos) y comenzando el retorno por esas fechas para estar de vuelta en Argentina a comienzos de Abril de 2014.
Fue muy difícil despedirme de mi amada y compañera de aventuras: por primera vez en el tiempo que llevábamos juntos íbamos a estar separados por miles de kilómetros y, además, estaríamos distanciados entre un mes y medio y dos meses. Sin embargo, nuestro amor logró superar todas las adversidades y la distancia que nos separó luego de nuestra despedida en Cochabamba afianzó todo lo que habíamos construido en el tiempo en que viajamos juntos.
Habíamos superado dos grandes desafíos: convivir durante un mes y medio sin separarnos más que en lapsos muy cortos de algunas horas y luego extrañarnos con locura por otro mes y medio más. El reencuentro fue uno de los momentos más anhelados y más disfrutados de nuestras vidas.
Después
Aprendizajes
El viaje me ha brindado aprendizajes que no podría haber tenido de ninguna otra manera: hay mucho que sentía que tenía que poner a prueba y sólo el vivirlo, el ser protagonista me permitió comprender, así aprendí, entre otras cosas que:
- Puedo prescindir de mucho de lo material que día a día aprovecho mientras estoy en un lugar fijo.
- Puedo separarme un tiempo de mis seres queridos, de mi familia y amigos y no por eso no tenerlos en cuenta, olvidarme o alejarme de ellos, sino que a la distancia puedo mantener el contacto y estar “con ellos” a pesar de las limitaciones.
- Estando “en movimiento” puedo establecer vínculos muy bellos, duraderos y fuertes en períodos de tiempo muy breves como días o semanas que, estando más estático, me llevarían mucho más establecer.
- Puedo confiar en las personas usando mi instinto aún sin conocerlas hace mucho y esa confianza puede ser (y la gran mayoría de las veces es) retribuida.
Cuestionamientos
Principalmente hablando con los más cercanos, que son quienes más me conocen y quienes tienen la confianza para hacerme llegar sus críticas constructivas, estuve haciéndome nuevas preguntas cuya respuesta puede influir en lo que será un siguiente gran viaje:
- ¿No hubiera sido mejor no plantearme un lugar al que “tenía” que llegar?
- ¿Qué hubiera pasado si no hubiera vuelto tan a las apuradas, sacrificando conocer menos lugares para comenzar antes la vuelta?
- ¿Hubiera valido la pena ahorrar menos y disfrutar más de algunos pequeños placeres del camino?
- ¿Y si hubiera planificado aún menos de lo que planifiqué?
- ¿Qué tal si me hubiera dejado llevar aún más por las recomendaciones que fui recolectando en el camino?
- Y tantas otras…
¿Y ahora?
Podría decirse que con todo lo aprendido, estoy nuevamente buscando el equilibrio. Hoy estoy de vuelta en la ciudad que tantas alegrías me dio, porque aquí:
- Conocí al amor de mi vida que me acompaña día a día en mi camino.
- Superé el desafío de llevar adelante un hogar y le di mi toque para que, junto con las personas con las que quise compartirlo, podamos sentirnos allí muy cómodos.
- Conocí y di mis primeros pasos en la red CouchSurfing.
- Reviví mi pasión por el ciclismo y formé pedaleando un grupo de amigos espectacular.
- Descubrí la práctica del Yoga.
- Redescubrí mi pasión por los viajes, conociendo a muchos viajeros en distintos eventos y charlas o, mejor aún, recibiéndolos en mi departamento.
- Di mis primeros pasos en voluntariado, en distintas ONGs.
Por todos esos motivos, estoy de vuelta en Buenos Aires y día a día sigo aquí aprendiendo a través de las experiencias y mis vínculos con los demás. Es este un lugar lleno de vida y de oportunidades si sabemos mirar con otros ojos, si podemos mirar distinto y evitar movernos con las masas.
Hoy me siento muy bien y estoy feliz de que mi tiempo se encuentre dividido entre distintas actividades que me permiten cubrir mis necesidades básicas y también ahorrar para futuras travesías, sin dejar de lado el dar una mano a los demás. Hoy mi trabajo es en realidad una sinergia entre tres pasiones distintas: los sistemas de información como una herramienta para generar cambios en la sociedad actual; la docencia como una forma de compartir lo que aprendí y poder acercarle a quienes les interese aquello que sienta que pueda serles útil, más allá de los contenidos de un determinado curso o cátedra y el voluntariado como una actividad que me permite contribuir desde mi lugar en aquellas organizaciones que siento que desde su trabajo logran hacer que este sea un mundo un poquito mejor para todos.
¿Y que sigue?
Pues, la verdad que no lo sé. Voy a concentrarme en el presente y en esa línea de pensamiento, no quiero ponerme plazos para cumplir con los sueños que tengo, siento que estoy dando los pasos correctos, que estoy dejándome llevar por lo que siento y que estoy rodeado de personas maravillosas, que me potencian y que me acompañan en mis decisiones. A algunos les está costando un poco entender todo lo que me está pasando, pero los entiendo porque a mí también me cuesta.
Sé que todo irá fluyendo y que voy a seguir aprendiendo día a día. Seguramente haya pronto un nuevo Gran Viaje pero cuándo será, lo desconozco. Será cuando tenga que ser y voy a dar cada paso para hacerlo realidad, voy a ir preparando el terreno pero dejando que, como en el caso del anterior, las circunstancias me indiquen que es el momento y cuando sienta que ya es tiempo, volverá a girar la rueda y estaré protagonizando una nueva travesía que será más profunda y más intensa que la anterior, porque llevaré conmigo todo lo aprendido. Eso hará que mi andar sea mucho más liviano porque voy a poder manejar mejor todo lo que vaya sucediendo y esto me permitirá plantearme desafíos más grandes. También siento que este nuevo Gran Viaje va a ir acompañado de un proyecto que le dé más vuelo aún y que me motive a seguir adelante con un objetivo concreto que involucrará varias de mis pasiones.
Este proceso que manifiesto ante ustedes, el hecho de contarlo sé que tiene un gran poder en lo que sigue, en hacer realidad todo esto que hoy son sólo sueños.
Gracias por permitirme establecer con ustedes esta conexión y los invito, como siempre, a compartir lo que sientan, lo que les hayan transmitido estas líneas o lo que quieran. Los invito a usar la sección de comentarios o, si lo prefieren, a enviarme un mail.
Me encantan estas búsquedas que estás atravesando. Como siempre digo, el que no se pierde no se encuentra. Me encanta que nos podamos perder juntos y encontrarnos mutuamente en todos los caminos de nuestras vidas. ¡Qué sigan los viajes!
¡Gracias amor! ¡Me encanta compartir el camino contigo! ¡Vamos por muchos viajes más que el mundo nos espera!
Hola, Mariano!! Noto cierta sabiduría en tu post y te deseo que sigas disfrutando cada actividad que emprendas en el camino de la vida. Un beso grande.
¡Hola Norma!
Muchas gracias por tu comentario y por estar siempre ahí leyendo del otro lado de la pantalla 🙂
Siento que mientras uno mantenga la mente abierta, en el paso por esta vida hay muchísimo por aprender y que la felicidad es algo que construimos día a día, a través de replantearnos todo y reinventarnos a diario.
Gracias también por los buenos deseos y sabés también que deseo lo mismo para tu vida y que estoy siempre disponible a dar una mano en lo que pueda.
¡Besos!